cuando ya estaba a punto de caer. ¡ Esos bracitos rodeandole la rodilla, como la hiedra al olmo de la ermita! Por el muslo, entrañas arriba, anegando el corazón y oprimiendo la garganta, la felicidad sube hasta los ojos del abuelo. Antes de quesederrameporellos,elviejocogealniñoylo levanta hasta su hombro sentado en esa manaza, enemiga de los guantes, donde cabe todo el traserito infantil. Brunettino ríe y palmotea. Renato y Andrea
SON:193.17
DERRAMAR - Dejar o hacer salir un líquido de su contenedor (normalmente, aplicado a la sangre y a las lágrimas)