gusto. El tiempo se les pasa volando, acogidos a esa isla de intimidad que han creado para ellos en medio del bullicio. -¡Qué tarde es! -exclama Hortensia mirando su relojito--. ¿No te estarán esperando en tu casa? -Secreenquemediviertoenuncasinodecretinos. -¿No les has dicho que salíamos juntos? -Las botitas son un secreto, recuérdalo... Además -añade gravemente--, no quiero oír tu nombre