todo; la historia, lo que somos. -Mi historia -repite el viejo, pensativo. Y ciertamente el pasado se pierde. Las mozas tiran los antiguos trajes, tan hermosos, como si fueran trapos. -Le gustará hablar de todo eso, señor Roncone; ledivertirá...yamímeproporcionausteduna plaza. ¡Hagalo por mí! Sí, le gustaría ayudar a Valerio. Y además es cierto, puede resultar divertido... Se le ocurre una