al que pasó a fregar fue al hijo... Hilaria seguía dandole, los labios tiesos y duros y repetía con envidia: "Es que ninguno de nosotros le maliciamos nada. Como se fajaba bien y al niño lo traía enlabocadelestómago...peroahoraquemeacuerdo,si nos hubiéramos fijado de más cerquitas..." Por fin llegaron a la casa, Hilaria se fue a inspeccionar a Rosa, Mónica subió escalón por escalón, pisando hasta lo hondo