usted." Tú reclamabas: "¿ Cómo vamos a traer a un niño a este mundo inhumano? ¿Cómo puedo yo con mi pintura cambiar el mundo antes de que él llegue?" Me hablaste de los soldados franceses que desertaban o se amotinaban porque yanoqueríanguerrearyaquiéneshabíaqueamenazar, incluso con fuego de ametralladora, para que continuaran y repetías incesantemente que en un mundo absurdo, inhumano y cruel como el europeo, traer a un hijo era