los ojos y lata mi corazón, no veré nunca a nadie que remotamente se parezca a Diego. Temblaba yo, Diego, no podía ni llevarme la taza a los labios, ¡cómo era posible que tú caminaras porlacallecomoelcomúndelosmortales!,escogieras la acera de la derecha; ¡sólo un milagro te haría emerger de ese puñado de gente cabizbaja, oscura y sin cara, y venir hacia mí con el rostro levantado y tu sonrisa que
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ESCOGER - Elegir y tomar de un conjunto una entidad que se considera mejor para un fin