también. Las péniches eran lo único negro y ennegrecían el agua con su sombra. De vez en cuando un barquito remolcaba a una péniche y la amarraba un poco más arriba, nunca entendí por qué. Me invadió entonces un sentimiento muy puro de exaltación religiosa,elmismoqueresentíadejovenenSanPetersburgo, cuando después de la cena de media noche en que los sirvientes y los patrones se besaban y se abrazaban, yo me quedaba en mi cuarto sin poder dormir, viendo
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RESENTIR - Sentir molestias en una parte del cuerpo a causa de una dolencia pasada