sus paredes de lámina y no hay un solo gruñido entre los tripulantes, siguen durmiendo y sin embargo entra un frío terrible. Entonces, el capitán decide: "Voy a enviar un comunicado, mis hombres tienen que descansar, yanoestánpeleando,nadalesimporta,debenreponerse, son hombres, carajo, no es posible tratarlos como a ganado, carajo". "Deberían limitar las invitaciones. Dime nada más ¿qué diablos importa la presencia