de olores y su cara y sus manos tenían la textura de sus tablones. Pero él no se daba cuenta. En cambio la tía Veronique dejaba de dar órdenes, hasta creo que olvidaba a lo que había ido. Husmeaba agitada yseescondíatraselrumordelserrucho.Recorría las esquinas de una mesa despacio, despacito, metía sus dedos muy finos en algún intersticio y abandonaba uno de ellos allí con indefinible placer. El dedo y la hendidura se correspondían suavemente
DIE:167.09
RECORRER - Atravesar un espacio por toda su extensión