AUNQUE el sol seguía estando alto y todos los relojes señalaban aproximadamente las tres y veinticinco, Cándida dormitaba ya contra su farola. Alguien le había dicho que a esa hora menudeaban las posibilidades de hacer unas pesetillas, porque los empleados de banca, al concluir su jornada, gustaban deresarcirsedelossinsaboresdeltrabajoconlos esparcimientos que mi hermana trataba de suministrar a módico precio. Pero no debía de ser así, porque el sórdido callejón estaba vacío cuando mi sombra se
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RESARCIR - Compensar a alguien por un daño o perjuicio anterior