dijo ella--. Llevo una hora atizándo. --He tenido un sueño muy extraño. --No hace falta que me lo cuentes, que bastante vergüenza ajena me has hecho pasar con las cosas que decías. ¿De verdad eres así de degenerado? --No,mujer--repliquéparaversicolaba--,es que me han suministrado una droga. ¿Dónde estoy? --En el teatro de la calle Ramalleras. Te estuve esperando a la puerta de la agencia, como tú me