sospecha me revoloteaba por el magín. Luego me dije que siendo María Pandora periodista era natural que colocase sus artículos en revistas de muy diverso espectro, y que lo que estaba pensando sería, con toda seguridad, un infundio. DesdelapiezacontigualaEmilia,queestabarevisando los papeles apilados en el escritorio, me preguntó si había encontrado algo digno de mención. Avergonzado de haber perdido el tiempo en mórbidas delectaciones, respondí apresuradamente que no y volví a meter