que hacía depositaria de todas sus confidencias, a la que se le ocurrió llevar a la parroquia para que la prepararan para la primera comunión, con la consiguiente indignación del cura, y para quien empezó a tejer unos peúcos que no llegó a terminarporcausasqueensumomentoreferiré. No postergaré, en cambio, la descripción de mis tiernos sentimientos. "No diré que recuerdo, sino que revivo como si aún estuviera inmerso en ellas, las noches frías de