le sea leve, a quien probablemente sometió a interrogatorio y con certeza eliminó, alevoso. Me malicio que fue entonces cuando el cojo de la agencia teatral se dio cuenta de que se enfrentaba a un enemigo cuya peligrosidad superaba con mucho sus expectativas y,conloablecordura,decidiórestituirel dinero y desaparecer del mapa. Habíamos dejado las calles populosas y enfilábamos la desierta cuesta que conducía a casa de la Emilia. No era allí donde quería yo ir, pero tampoco