lugar... Ah, aquí está el chino. En efecto, el así designado acababa de entrar y trituraba inadvertidamente los fragmentos de la tetera mientras me mostraba un extraño atavío. --Es un quimono de mandarín que me pongo las noches de reveillón --nos explicó mientras yo me lo probaba--.Eloriginalesdesedacarmesí,peroyo preferí un tergal azul marino más sufrido y más fácil de planchar. Fíjese usted, señorita, qué bordados más primorosos en la espalda y las mangas. Lástima
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PROBARIII.2 - Poner(se) una prenda de vestir para comprobar cómo sienta