a capturar a un enemigo que seguro se está cagando de miedo como nosotros, pero hay que seguirle, el culo al aire, porque si nos detenemos y nos damos la media vuelta los que nos dan en el culo son ellos, y con qué saña". Seguí avanzandomecánicamentehacialapalizada,yanoseoía ruido alguno porque empezó a nevar y vi los copos, uno de ellos cayó sobre mi guante y pensé: "Parece una flor; es de azúcar o de sal, pequeña joya resplandeciente, me