Texto contextualizado: |
miles entre extranjeros y presos comunes. Dormíamos en el suelo. A Hardouin no le picaban los piojos, pero yo pasaba la noche sin dormir; me rasuraron la cabeza dos veces, qué digo, tres; la tercera unos días antes de que saliera de la cárcel; Hardouin asentaba: "Tienes sangre de piojos". En la mañana a la hora del saludo a la bandera, en vez de gritar: "Viva Franco", gritamos: "Viva Salop", nos agarraron, me tocó limpiar las letrinas, vaciar los botes, metido en la mierda |
DIE:112.03 |