de tantas vidas como te habían antecedido en ella. Tenía dos plantas y un patio central pavimentado con losas de mármol. El murmullo del agua que corría por la fuente me obligó a detenerme. Era un sonido que me llegaba desde tu infancia. ¿Cuántas veces te habríasadormecidoescuchandolodesdetuhabitación? Aquel murmullo sereno me acompañó durante los días en que me sumergí entre imágenes que te habían visto crecer y que continuaban allí, indiferentes a tu muerte, presentandome