del sureste, erecto frente a la ventanilla de la locomotora, a la plenitud de la siesta de las tres de la tarde cuando estiraba la mano para sentir el grueso, el cálido brazo de Teresa, y atraerla hacia sí, abrazar esa moletiernayblanda,yhundirseenellaunayotravez como los pájaros azotándose contra el faro de luz, una y otra vez sus ojos rojos. Siempre hacía el amor, a eso del mediodía, Teresa con una diadema de sudor en la frente.
DIE:063.10
HUNDIR - Hacer que algo se vaya al fondo, deformar una superficie, derrumbar una construcción