Texto contextualizado: |
siempre dónde andaban los niños. Casi ninguno volvió la cabeza cuando entró al cuarto de la televisión, imantados como estaban por el Chavo del 8. El pelo de Magda pendía lastimero y enredado como siempre, la espalda de Beto se encorvaba abultadísima en los hombros --hay hombres que envejecen allí precisamente, en el cuello, como los bueyes--; Gloria y Alicia se habían tirado de panza sobre la alfombra raída y manchada, descalzas, claro. Ninguno pareció prestarle |
DIE:143.14 |