"Si me alcanza, aquí nos damos en la madre". Casi lo desea, pero el otro no viene, nadie lo sigue. Camina entre el ardor de los rieles que le relampaguean en los ojos, acerándoselos, rebanándolos; pisa el balastoparaquenoseleenchapopotenloszapatosyal hacerlo recuerda con qué gusto barría la tierra la Teresa, y eso que lo hacía con una escoba tronada; intenta retener la imagen, que barra frente a él, pero el calor parece