tu hijo. Tenía muy pocas páginas escritas y sólo hablaba de algunos de nuestros encuentros; claro que no fueron exactamente así: "Cuando la vi entrar en casa, supe que era a mí a quien buscaba. Ella no venía, como otros visitantes de laciudad,aadmirarelpatiodeunacasaandaluza.Por eso me extrañó que se negara a darme su teléfono. ¿Qué quería de mí? ¿Por qué me buscaba? Pensé que quizás fuera una niña engreída a la que le gustaba hacerse la