tienen remedio; todo lo estropean, son unos salvajes". Allí estaba la mancha descrita por Hilaria, pero... ¿El niño? Hilaria siempre les levantó falsos a las nuevas sirvientas y ya la casa tenía fama en la cuadra de que ni las galopinas, nilasmandaderitasdurabanporculpadesuscelos. --¿Rosita? Se acercó. Curiosa, puso su cara junto a la de Rosa. La mujer se estremeció. Mónica le repitió en voz baja: