cabeza y a ti te horrorizaba ese cráneo inflado como globo a punto de estallar. No podías verlo, no querías verlo. El niño lloraba sin descanso. Aún puedo escuchar sus chillidos que fatigaban tanto tus nervios. Cuando oigo en la calle aunniñollorarmedetengo:buscoensullantoelsonido particular del llanto de Dieguito. Los Zeting ya no estaban en París. Salías por carbón, yo creo, impotente ante el sufrimiento. Recuerdo que una tarde intentaste leer el
DIE:019.02
DETENERI.1 - Hacer que [algo o alguien] deje de moverse, de avanzar.