Texto contextualizado: |
ver todo aquello, pero los camareros eran más rápidos que cualquier intención. Abajo, sin más, lo sentaron en la silla de ruedas. Aún era hermoso, a pesar de la palidez cadavérica de su rostro. Las llamaradas de las velas alcanzaron entonces una luminosidad de fogata, danzaban sobre el brocado de los muros agigantando su trama, parecían querer descifrar el dibujo misterioso del tejido, traducirlo, darle un color palpitante, inesperado; nunca fue tan bella la biblioteca como en ese instante. |
DIE:150.12 |