. Por desgracia, en muy mal estado de conservación. La piedra se desmigaja con sólo mirarla y las vigas se nos van a caer en la cabeza el día menos pensado. Si gustan hacer un modesto donativo, les mostraré dónde estaban los frescos de la capilla. --Preferiríamos,porelmomento,hablarconel padre prior --dijo don Plutarquete. Al portero no pareció sorprenderle esta solicitud. --El reverendo padre prior les recibirá encantado. Tengan la