la mano por la cara como si le venciera el sueño, bostezó, dio dos chupadas al puro y prosiguió así: --A media mañana la investigación estaba a punto de caramelo y este servidor de ustedes, desoyendo elllamadodelbocata,elcarajilloylabrisca,sepersonó en el domicilio del interfecto con ánimo de interrogarle. No me fue posible, empero, llevar a término mi propósito, porque el susodicho había estirado la pata unas horas antes.