antes de aprender las reglas del juego. Yo también creí que la vida era otra cosa. Luego se sigue jugando, se gana y se pierde alternativamente, pero ya nada es igual: las cartas están marcadas, los dados están cargados y las fichas sólo cambian de bolsillo mientras duralavelada.Lavidaesasíyesinútilcalificarla de injusta a posteriori. Le pregunté si se quería casar conmigo. Me dijo: --Creo que tienes razón. --