Si dejas de hacerlo, ni yo ni los demás podremos quererte. En otros tiempos tuve a Dieguito. En el taller, ya no hacía tanto frío ¿recuerdas? pero había que ir por carbón todos los días. Incluso tú llegaste a ir en alguna ocasión abandonandotutrabajoalamitad.YosentíaqueDieguito no se recuperaba, al menos completamente. Siempre escuché ese pequeño resoplido en su respiración, nunca el aleteo parejo y silencioso de sus primeros días. Me