temas desagradables), Mónica no pudo tomar su sopa. --Come, casi hemos terminado. Su madre la miraba con sus ojos tristes, de mujer que escucha la noche. --Mamá, ¿no podría regresar al hospital? --¿A qué, Mónica? --Acuraralosenfermos,sacudiralasmamás,removerlo todo, meter allí un tal torrente de vida que los niños no tengan más remedio que aliviarse... --¡O salir volando, convertidos en angelitos!... ¡Pobre