sus hermosas manos cruzadas sobre el camisón bordado y amplio que había sido de su madre; los que entraban a verla hacían el mismo comentario: "Parece que está dormida. ¡Qué tranquilidad! ¡Qué paz!". Yo le hablaba bajito:"Abuelita:¿corremosaestavisitaquenote cae bien? Es la que te copió tu par de silloncitos Directorio, ¿te acuerdas? Tomó las medidas mientras le servías el té y el pastel de mil hojas. Ni te diste cuenta... Después