la escala social y acabar en la benéfica institución ya mentada. Era el comisario Flores hombre de agraciado físico, aliñado vestir, gesto viril y labia fácil, si bien la guadaña impía del tiempo había restado donaire a su fina estampa, que no empaque, abotargando sufaz,desertificandosucráneo,cariandosus molares, acreciendo michelines a su cintura y activando sus glándulas sebáceas en todo clima, lugar y circunstancias. Y aquí debo interrumpir mi descripción, porque el poseedor