el maletín y, ya en la puerta, echó una última ojeada al piso entre cuyos tabiques tanta dicha me había sido dada, porque, aunque estaba convencido de que en el futuro, cuando las cosas se hubieran arreglado, iba yo a visitarlo confrecuencia,nopodíadesechardeltodolapremonición, hija de mi vida y otras tristezas, de que quizá lo estaba viendo por última vez. Capítulo decimosexto DE LA VIOLENCIA AL PISAR la acera experimenté en todo
LAB:172.12
DESECHAR - No aceptar una opción/ entidad de entre un conjunto de posibilidades. Descartar