lo cual hacía reír hasta las lágrimas a los espectadores. Parecía una fiera. Todos los demás títeres se comunicaban entre sí por medio del habla, la única que lo hacía a golpes era la muñeca rubia y los niños empezaron a llamarla a gritos; querían vercómoseliabaasopaposconelprimeroquese le atravesaba. Era muy popular. También fue popular Marievna. Hasta conmigo. ¡Pero basta de Marievna! ¿Te acuerdas de ese frasco de arena de mar que trajimos de