se de este lado de la cortina... de billetes. Se las sabía de todas, todas. Hacía escasos cuatro meses habían pedido que les dieran la reglamentación de la fuerza diesel, porque las locomotoras mucho más potentes que las de vapor salían concuarentayhastacincuentacarrosyutilizabanelmismo personal y muchos rieleros quedaron entonces sin trabajo. El Gringo luchó porque también los auxiliares de locomotora tuvieran contrato pero perdió. Lo que nunca perdía, incluso en el bote,