--, que lleva tantos años en este lugar, conocerá las montañas como la palma de la mano. Hizo un gesto afirmativo y un ademán de modestia. --En tal caso --proseguí--, podrá decirme si es verdad lo que he oído decir: que los contrabandistas utilizanestarutayelamparodelanieblapara cometer sus fechorías. --¿Contrabandistas? No, no creo. El terreno es escarpado y peligroso y el paso a Francia, impracticable