sonámbula? --¿Por qué iba a serlo? --me dijo ella alarmada. --El otro día pasó por mi lado, a media noche, y ni siquiera me miró. La luz del pasillo estaba encendida y yo meacercabaaellaendireccióncontraria.Casinostropezamos. Pero ella no me vio, y eso que llevaba los ojos bien abiertos. --¡Dios mío! --se le escapó a Catalina como un suspiro mientras se santiguaba mecánicamente.