imagino grande. Un amigo me presentó en la calle a un viejo que se esfuerza como bouquiniste en las recovas del Cabildo. Yo andaba buscando un número viejo de Sur; para mi sorpresa y quizá mi admisión de lo inevitable el librero me hizo bajar alaestaciónPerúytorceralaizquierdadelandén donde nace un pasillo muy transitado y con poco aire de subterráneo. Allí tenía su depósito, lleno de pilas confusas de libros y revistas. No encontré Sur