Texto contextualizado: |
sino un auténtico fetiche, capaz de atravesar siete cotas de malla del mejor nominalismo, un ídolo, con toda la conmoción afectiva y mental que ello comporta. Los impulsos de autoafirmación, apaciguados, sublimados, educados o reprimidos en el individuo por la cultura y las instituciones, se toman su revancha disparandose ocultamente en ese tipo de sujetos, sujetos fetiche, como el pueblo, la patria, la estirpe, la causa, en los que el yo individual se desdobla, se proyecta, se enajena y se potencia, reconstituyéndose en ciegas identidades compartidas. Los terroristas matan para |
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