, generalmente lento, ya se sabía que por cada vuelta completa a la Plaza se iba a tener ocasión de ver dos veces a la persona con quien interesaba intercambiar la mirada, y hasta se podía calcular con cierta exactitud en qué punto seproduciríaelfugazencuentro.«MetocaporelAyuntamiento --se iban diciendo para sí el paseante o la paseante ilusionados-- y luego por el café Novelty.» Con lo cual daba tiempo a preparar la mirada o la sonrisa de adiós, cuando se trataba ya de un conocido.
USO:184.26
TOCARII.1b - Corresponder [a una pesona] [cierta obligación]