a matar. Fue un grito tan apremiante que apagó a los otros . "Al principio se asustó --me dijo Clotilde Armenta--, porque no sabía quién le estaba gritando, ni de dónde." Pero cuando la vio a ella vio también a Pedro Vicario, que latiróportierraconunempellón,yalcanzóalhermano. Santiago Nasar estaba a menos de 50 metros de su casa, y corrió hacia la puerta principal. Cinco minutos antes, en la cocina, Victoria Guzmán