música sublime, callada, que sólo las esferas podían producir. Parecían cuerpos celestes los de aquella rueda de personajes a los que Jano comenzó a escrutarles el rostro uno por uno. A la cabeza vio en sueños dos ángeles severos --¿los del monasteriodeNauzí?--quetirabandelarueda y tendían a destruir su ritmo, a desviar su marcha hacia una especie de puerta, boca de manantial o fuente de luz, que manaba a la izquierda, entre
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TIRARIII.1 - Hacer fuerza sujetando el extremo de algo (normalmente, para atraerlo)