que esos cánticos. Tengo que ver la nuca del Médicis y no veré más que los cirios, la luz de los vitrales... No lo haré, no lo haré. (Rápidamente, Montesecco sale de la iglesia. Cesan los cánticosylamúsica.Enelsilencio,tintinealacampanilla del monago. Algunos fieles que estaban en pie se arrodillan. Maffei se incorpora, desenvaina el puñal, salta sobre los bancos lanzando un grito y apuñala a Lorenzo de Médicis