Mao Tsetung. No se parece a ninguna de las figuras revolucionarias de Occidente: ni a Oliverio Cromwell ni a Robespierre, ni a Lenin ni a Trotsky; se parece a Shih Huang-ti, llamado el Primer Emperador porque con él, al finalizar el siglo II antes de Cristo, terminaunaépocaycomienzaotra.Tambiéncon Mao, siglos después, acaba un período y principia otro. La obra del Primer Emperador fue continuada por sus sucesores pero despojada de su radicalismo, adaptada