ánima en pena de un barco negrero que se había hundido con un cargamento de esclavos del Senegal frente a la boca grande de Cartagena de Indias. No era posible pensar que tuviera algún malestar de la conciencia, aunque entonces no sabía que la efímera vidamatrimonialdeAngelaVicariohabíaterminado dos horas antes. Bayardo San Román la había llevado a pie a casa de sus padres para que el ruido del motor no delatara su desgracia antes de tiempo, y estaba otra vez