su cuadra, cuando una mula le coceó en el vientre y murió vomitando sangre. Claro que le habían echado mal de ojo -todo el pueblo lo sabía- por cortejar a la Pasqualina. «¿Habrá alguien capaz de haber aojado a este ángel?» Elverdugohaterminado.Viertelasangreen un frasquito con algo dentro; lo tapona y lo guarda en su maletín. El niño parece no haberse dado cuenta; sólo gimió un poco cuando le pincharon. El verdugo