grave, y, bruscamente, volvió a la intrascendencia, la gracia, la ironía--: Mirame a mí. He elegido: no terminar la carrera, esperar hasta la última prórroga de estudios para servir a la patria, marcharme de vacaciones contigo tan pronto como tú termines... Comieron, y cuando entraron en la plaza ya había mesas ocupadas en las terrazas. Abundaban los hombres. Algunos jugaban al dominó, otros discutían o charlaban. Muchachos de uniforme se