Texto contextualizado: |
El neonacionalismo puede con todo rigor denominarse patriotismo deportivo, por cuanto por fundamento de adhesión y participación tiene los mismos incondicionados rasgos de amoralidad que presiden la opción de hacerse partisano de un equipo y no de otro cualquiera (ya que, por definición, ningún equipo de fútbol tiene por contenido la defensa de causa externa alguna, sino tan sólo la interna y redundante de su propia victoria). La deportiva amoralidad del neonacionalismo llegó a expresarse sin equívocos por boca de Margaret Thatcher |
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