Texto contextualizado: |
en el darse la mano de los contendientes de una lucha deportiva se trasciende el orden de vigencia -o realidad- de su pelea y se la convierte, respecto de este otro orden superior, precisamente en juego. Y esto es lo que, en la moral ecuménica, tiene la guerra cada vez más horror a sospechar de sí misma. Dicho desde otro sesgo, el que la guerra renunciase a reservarse el grado máximo de universalidad, tolerando -aunque nada más sea bajo el entendimiento de rito y simulacro- acciones o ademanes que suponen |
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