Texto contextualizado: |
. »Continuó el tiempo tormentoso. Lluvias y soles enternecían el paisaje verdísimo --aquellos verdes que los frecuentes nublados intensificaban aún más, aquellos verdes casi negros-- y difuminaban con sus azules irreales las montañas lejanas. Nos contábamos cada detalle de nuestras vidas; nos contábamos los sueños que teníamos cada noche y vivíamos vorazmente el presente, un presente --como aquel azul húmedo de los montes-- igualmente irreal. Todo era en nuestras horas, Francesca, puro sueño. Rara vez |
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